Hafid, ese hombrecillo discreto.

¿Alguna vez habéis perdido (u os han robado) el móvil y no habéis vuelto a saber nada de él? No es el caso de una turista alemana que veraneaba en Ibiza a la que le robaron dicho aparato. ¿Queréis conocer la historia? Continuad leyendo.

Resulta que, a las pocas horas de llegar a la isla, la chica y sus amigos ya iban bebidillos y decidieron darse un chapuzón desnudos en el mar (de noche), así que dejaron todas sus pertenencias en una tumbona.

Cuando la chica volvió para dejar su ropa interior en la tumbona, vio a alguien acostado debajo de la silla, sin moverse. Creyó que era uno de sus amigos e intentó convencerlo de que se uniera a ellos sin éxito alguno, así que continuó con su baño en la oscuridad.

Poco después, vieron a su amigo bajando por las escaleras de la terraza del hotel y se dieron cuenta de que no era la persona que estaba allí acostada. Demasiado tarde. Adiós a todas sus pertenencias.

Cuatro meses después, la chica comenzó a recibir mensajes de que había imágenes nuevas en su carpeta de Dropbox (una app similar a iCloud o Fotostream). Cada foto que se tomaba con su móvil aparecía al momento en su ordenador.

Gracias a las imágenes que iba recibiendo en su ordenador, la turista alemana supo que el ladrón de su móvil vivía en Dubai, ya que aparecía el Burj Khalifa de fondo.

Pero aquí no se queda la cosa. La estupidez de este ladronzuelo va más allá. ¿Cómo? Pues enviándole un mensaje privado a la alemana por Facebook. De esta forma, averiguamos su nombre: Hafid.

Ésto es sólo el comienzo de la historia. La propietaria del smartphone ha creado un Tumblr en el que comenta las fotos que recibe en su ordenador y otras peripecias del Gran Hafid.

¿Queréis estar al tanto de las andaduras de este hombrecillo? Aquí os dejo el enlace de la vida del extraño que robó su teléfono móvil.

Espero que os haya entretenido la historia. Es, cuanto menos, curiosa.